La decepción, el rencor, el dolor y el llanto, vienen a consecuencia de dar todo, esperando recibir algo; es bien cierto que el amor es recíproco, así como la amistad el respeto y toda acción en la vida misma, sin embargo, la reciprocidad no se da en función de lo que des, sino en virtud de la capacidad para saber dar y compartir, así como en la actitud y calidad mora
l de las personas a quien se de algo, llámese amor, amistad, confianza, cariño, respeto, etc.
Por esta simple y sencilla razón, se debe tener especial cuidado a la hora de entregar o compartir los dones del corazón; de esta manera se entiende que:
Un mal amor, no merece llanto, necesita COMPRENSIÓN
Un mal amigo, no merece rencor, necesita PERDÓN
Un mal hermano (a), no merece resentimiento, necesita AMOR
Un enemigo, no merece odio, necesita JUSTICIA
Ante un problema no se debe tener desesperación, se necesita SABIDURÍA
En una situación de angustia se debe mantener la ECUANIMIDAD
Frente un agravio se debe tener CORDURA
Ante una inmensa alegría sobra la euforia, basta con el AGRADECIMIENTO a la fuente de tal dicha.
A nuestro prójimo, le debemos RESPETO
Cada sueño, debe contar con ESPERANZA
Un ideal se debe motivar con ENTUSIASMO
Y un milagro... necesita FE
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