Hoy me ha dolido el alma
al contemplar tu mirada transparente,
mira que perdí la calma
y no se hasta cuando mi pena seguirá presente.
Tu frágil y tímida sonrisa
me volvió de golpe la verdad de mi torpeza,
los recuerdos de ti, llegaron con la brisa
que dobló mi entereza.
Con la angustia del pasado que pesa y abruma
late mi corazón en total descontento
ojala que las penas fueran del mar, olas y espuma.
Si para amarte acaso me gano el tiempo,
solo una cosa te pido, no permitas que la oquedad
del dolor te diga que me arrepentí a destiempo.
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