que sin importar distancias,
le procuraban de valía
con verdades no falacias.
Tres ausencias tenía María,
el roble que de amor la procuraba,
el padre que un día la abandonaría
y la amiga que no olvidaba.
Tres amores tenía María,
uno vestía de marrón la mirada,
el segundo la tenía encantada
y el tercero, mucho se le parecía.
Tres cosas lamentó María,
soñar después del mediodía,
el pasado que la perseguía
y el futuro que no llegaría.
Tres cosas le dolían a María,
el corazón lleno de ilusiones,
el alma plagada de pasiones
y su pensar en algarabía.
Siempre, tres cosas hacía María,
cantaba a lápiz llorando de alegría,
sembraba sueños con flores de alelí
y perfumaba versos a porfía.
¡Ay esa María! ¡Soñaba cada día!
Quién lo dijera loca María,
tu locura te hizo escribana
y tus sueños durarán hasta mañana.
Erandy Alejandra
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Flor de alelí 2 http://www.flickr.com/
José Maria Sánchez G.
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