Pensar diferente no es un pecado y considero que la
tolerancia y el amor, son el ojo del cerrojo, donde debe entrar la llave de la
buena voluntad, para lograr que se abra la puerta hacia la paz social que tanta
falta nos hace a todos. Parte de la tolerancia y el querer convivir con otras personas,
nos lleva a quienes así lo deseamos, a socializar mejor con el resto del mundo,
¿de qué manera? Hay varias formas de hacerlo, alguna de ellas es el
intercambiar desde una palabra, poco a poco una lengua y por qué no el conocer
y mostrar la forma de pensar de otras personas. Desde mi muy particular punto
de vista, creo que todo esto es parte de la integración social que debería
haber en todo el mundo, es un sueño pero, creo que esto es un buen inicio para
acabar con tantas guerras absurdas que muchas veces se basan en discriminación,
fanatismo en las creencias religiosas, el color de piel, la extracción
política, o las clases sociales.
¿Cuánto vale el hombre para creer que sus títulos
académicos, su economía, o incluso su religión, lo hacen mejor que los demás? Los
tesoros materiales son como las arenas del desierto, juntas forman una
inmensidad, pero cada una de ellas por si misma es insignificante. Claro que si
le damos una connotación diferente al significado de la arena, seguramente
podremos encontrar que hasta la mínima arenita de esfuerzo y buena voluntad, es
decir si cada uno de nosotros contribuye, entonces es posible cambiar la
realidad que tenemos en este mundo, esa realidad que muchas veces no queremos
ver, o que la vemos y creemos que solo es una pesadilla, esa realidad que nos
asecha día a día con olas de violencia, pero que desafortunadamente pretendemos
cambiarla de una manera equivocada, a la violencia la queremos terminar siendo
violentos, ese es un grave error, la miseria la pretendemos terminar regalando
migajas del pan que nos sobra en la merienda, cuando que la miseria no es
exclusiva de los indigentes, la miseria es la bandera de quien esta falto de
amor, de amor propio y por consecuencia falto de amor al prójimo, pues bien
sabido es que no se puede dar lo que no se tiene y menos pedir lo que no se
esta dispuesto a dar. Si alguno se esta preguntando ¿A que vienen tantas
comparaciones, que si la puerta, que si la arena, etcétera? Bueno todas esas
comparaciones han sido para mostrar la verdad del refrán que dice “todo depende
del cristal con el que se mire” partiendo del hecho que en cada uno de nosotros, esta darle sentido a
las palabras y que por lo mismo es consecuencia directa de la manera en como
estamos viviendo, no así de las circunstancias ajenas, que eso ya se debe a
males colectivos que nacieron precisamente, del mismo modo en como nació
nuestra forma de pensar y vivir. De aquí la razón para decir que una mente cerrada al conocimiento, no sirve, como
de nada sirve tener sabiduría si la conciencia está dormida. El defender lo que
uno cree buscando siempre la luz de la verdad, es el primer paso para ser fiel,
fiel a la vida, a la verdad, a la razón, a la sabiduría, pues la fidelidad como
tal no es pertenecer a una secta o religión, tampoco es ser "monedita de
oro" (lo cual por cierto nunca nadie lo es). La tolerancia en ningún momento significa que
debamos aceptar el libertinaje disfrazado de libertad, o que la falta de moral
se promulgue en aras del libre albedrío, claro que ahora surge otra
interrogante. ¿Cómo determinar qué es libertad? ¿Y qué es libertinaje? ¿Cuándo
un acto es moral o no? ¿Quién o qué determina tales verdades? Las respuestas a
todas esas interrogantes, las tenemos cada uno de nosotros, ya que todos sabemos
lo que nos es propio, lo que es ajeno,
todos sabemos lo que es público y lo que es privado, es decir cada uno
toma decisiones, lo importante es hacerlo con la plena conciencia de que a todo
acto le corresponde una reacción. Esta
es la razón que me lleva a creer que el lenguaje del amor es Universal y lo
particular es el lenguaje del corazón, que el amor no tiene color, clase social
y mucho menos exclusividad con alguna religión. Si queremos generaciones de una
sociedad en paz, si queremos un mundo mejor para nuestros hijos, si queremos un
mundo sin guerras, sin perversión, si buscamos una vida digna. Definitivamente
debemos empezar por ser generosos, fortaleciendo nuestro amor propio en el
momento justo de fomentar el amor al prójimo, para que cuando por amor y
tolerancia abramos la puerta del corazón, tengamos la certeza de encontrar la
paz social indispensable para una vida plena y feliz.
Erandy Alejandra D/Reservados México 2013
Imagen: O paraiso existe ven O Morrazo
Imagen: O paraiso existe ven O Morrazo
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