martes, 5 de febrero de 2013

NO ME PIDAS QUE TE QUIERA


No me pidas que te quiera
si debo correr por el bien de mi corazón,
pues aunque mi razón me lo pidiera
siempre sale a flote la cordura que impone mi razón

Es una lucha eterna, campal y llanera
entre al corazón y razón, matando la paciencia
que mis cuitas de amor en una cancionera,
están perdidas en el brillo de tu ausencia

No me pidas que te quiera
ni me digas que de ti no me debí enamorar
mira que por más que yo quiera
tus besos de mis labios no me puedo arrancar

Mejor vete tú, ave que canta y encanta
vete y déjame caer, no en el abismo del dolor
si no en la cuenta de que esta alma descontenta,
nunca debió darte, ni tantos suspiros ni todo el amor

Anda no me pidas que te quiera otra vez
si cuando estuve en tus manos me llevaste
por un camino de penas, una a la vez
mientras yo me deshojaba en las caricias que ignoraste

Así que vete y no vuelvas, desaparece de una vez hoy,
no me digas que me quieres, que por mi te mueres
los muertos no hablan, no ríen, no lloran, ni dan pendientes
si vives ¡que bueno! porque yo, desde que te ame, muerta estoy...

Erandy Alejandra D/Reservados 

TOLERANCIA Y AMOR (En la puerta hacia la paz social)


Pensar diferente no es un pecado y considero que la tolerancia y el amor, son el ojo del cerrojo, donde debe entrar la llave de la buena voluntad, para lograr que se abra la puerta hacia la paz social que tanta falta nos hace a todos. Parte de la tolerancia y el querer convivir con otras personas, nos lleva a quienes así lo deseamos, a socializar mejor con el resto del mundo, ¿de qué manera? Hay varias formas de hacerlo, alguna de ellas es el intercambiar desde una palabra, poco a poco una lengua y por qué no el conocer y mostrar la forma de pensar de otras personas. Desde mi muy particular punto de vista, creo que todo esto es parte de la integración social que debería haber en todo el mundo, es un sueño pero, creo que esto es un buen inicio para acabar con tantas guerras absurdas que muchas veces se basan en discriminación, fanatismo en las creencias religiosas, el color de piel, la extracción política, o las clases sociales.
¿Cuánto vale el hombre para creer que sus títulos académicos, su economía, o incluso su religión, lo hacen mejor que los demás? Los tesoros materiales son como las arenas del desierto, juntas forman una inmensidad, pero cada una de ellas por si misma es insignificante. Claro que si le damos una connotación diferente al significado de la arena, seguramente podremos encontrar que hasta la mínima arenita de esfuerzo y buena voluntad, es decir si cada uno de nosotros contribuye, entonces es posible cambiar la realidad que tenemos en este mundo, esa realidad que muchas veces no queremos ver, o que la vemos y creemos que solo es una pesadilla, esa realidad que nos asecha día a día con olas de violencia, pero que desafortunadamente pretendemos cambiarla de una manera equivocada, a la violencia la queremos terminar siendo violentos, ese es un grave error, la miseria la pretendemos terminar regalando migajas del pan que nos sobra en la merienda, cuando que la miseria no es exclusiva de los indigentes, la miseria es la bandera de quien esta falto de amor, de amor propio y por consecuencia falto de amor al prójimo, pues bien sabido es que no se puede dar lo que no se tiene y menos pedir lo que no se esta dispuesto a dar. Si alguno se esta preguntando ¿A que vienen tantas comparaciones, que si la puerta, que si la arena, etcétera? Bueno todas esas comparaciones han sido para mostrar la verdad del refrán que dice “todo depende del cristal con el que se mire” partiendo del hecho que  en cada uno de nosotros, esta darle sentido a las palabras y que por lo mismo es consecuencia directa de la manera en como estamos viviendo, no así de las circunstancias ajenas, que eso ya se debe a males colectivos que nacieron precisamente, del mismo modo en como nació nuestra forma de pensar y vivir. De aquí la razón para decir que una mente cerrada al conocimiento, no sirve, como de nada sirve tener sabiduría si la conciencia está dormida. El defender lo que uno cree buscando siempre la luz de la verdad, es el primer paso para ser fiel, fiel a la vida, a la verdad, a la razón, a la sabiduría, pues la fidelidad como tal no es pertenecer a una secta o religión, tampoco es ser "monedita de oro" (lo cual por cierto nunca nadie lo es).  La tolerancia en ningún momento significa que debamos aceptar el libertinaje disfrazado de libertad, o que la falta de moral se promulgue en aras del libre albedrío, claro que ahora surge otra interrogante. ¿Cómo determinar qué es libertad? ¿Y qué es libertinaje? ¿Cuándo un acto es moral o no? ¿Quién o qué determina tales verdades? Las respuestas a todas esas interrogantes, las tenemos cada uno de nosotros, ya que todos sabemos lo que nos es propio, lo que es ajeno,  todos sabemos lo que es público y lo que es privado, es decir cada uno toma decisiones, lo importante es hacerlo con la plena conciencia de que a todo acto le corresponde una reacción.  Esta es la razón que me lleva a creer que el lenguaje del amor es Universal y lo particular es el lenguaje del corazón, que el amor no tiene color, clase social y mucho menos exclusividad con alguna religión. Si queremos generaciones de una sociedad en paz, si queremos un mundo mejor para nuestros hijos, si queremos un mundo sin guerras, sin perversión, si buscamos una vida digna. Definitivamente debemos empezar por ser generosos, fortaleciendo nuestro amor propio en el momento justo de fomentar el amor al prójimo, para que cuando por amor y tolerancia abramos la puerta del corazón, tengamos la certeza de encontrar la paz social indispensable para una vida plena y feliz.

Erandy Alejandra D/Reservados México 2013 
Imagen: O paraiso existe ven O Morrazo