no se mide al correr riesgos
se mide con actos de imprudencia.
El miedo,
no se mide con las cosas que te ponen a temblar
se mide con las veces que por él te dejes atrapar.
La tristeza,
no se mide en lágrimas
se mide en las cosas que marchitan el alma.
La amargura,
no se mide en improperios
se mide en mentiras piadosas o de cualquier índole.
La decepción,
no se mide con actos de desamor
se mide con actos de indiferencia.
La indulgencia
no se mide con las veces que seas perdonado
se mide con la capacidad para perdonar.
La prudencia,
no se mide en mantener la boca cerrada
se mide en saber hablar en el momento preciso.
La cordura,
no se mide en estar pasivo,
se mide en mantenerse ecuánime
en cada instante de la vida.
La perseverancia,
no se mide en las metas a realizar
se mide en las veces que después de caer te logres levantar.
La paciencia,
no se mide en horas de espera
se mide en aprender a cultivar un talento.
La pasión,
no se mide con euforia o desesperación
se mide con la perseverancia para realizar los sueños.
La felicidad,
no se mide en la adquisición de bienes
se mide en saber compartir todo lo que se tiene.
El éxito,
no se mide en diplomas o trofeos,
se mide en los frutos de tus esfuerzos.
LA BELLEZA,
NO SE MIDE EN MODAS, PASARELAS O APARIENCIA FÍSICA,
SE MIDE EN LOS SENTIMIENTOS DE CADA PERSONA.
La alegría,
no se mide en regalos
se mide en los abrazos al corazón.
La amistad,
no se mide en sonrisas
se mide en actos de sinceridad y lealtad.
El amor,
no se mide en corazones
se mide en razones para suspirar y amar.
Alejandra
Fotografía: Daniel Alberto Chavez Vera
Alejandra
Fotografía: Daniel Alberto Chavez Vera
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